Centro de Cultura Shaolin Río Cuarto
escuela de disciplinas del templo shaolin
4 de noviembre de 2018
3 de julio de 2012
Fragmento de historia del Templo Shaolin
Su técnica de pelea reconoce dos categorías de lucha, según se posean o no armas. Algunas personas piensan que la historia del patriarca Bodhidarma es un mito al igual que su existencia, y buscan el origen de las artes marciales en otras fuentes, pero los tallados de las paredes del Monasterio Shaolin prueban no solo su existencia sino toda su vida y enseñanza.
Dentro del Monasterio se formaron 18 escuelas clásicas y dentro de estas surgieron 360 estilos. El monje debía estar dos años en cada uno, para que en un término de 36 años el monje se graduara como Maestro, habiendo recibido entrenamiento como: Abogado, ingeniero, médico, militar y sacerdote, momento en el cual debía someterse a una serie de pruebas para poder salir del Monasterio.
Estas eran llamadas: "Prueba de los Cuatro Cuartos". El primero de los cuartos sometía al monje a una prueba de concentración, se llamaba el salón "Dichoso Triste" y allí los Maestros contaban al aspirante primero una historia graciosa y después una muy triste; si se notaba el más leve temblor de emoción se habría perdido la prueba.
Luego venía el "Salón de la Fuerza" donde los candidatos debían levantar una piedra de 90 kilos, tener un arco enorme y fuerte y cargar dos cestas de 180 kilos cada una. Luego de este salón estaba la temida "Sala Oscura" donde se probaba en extremo el oído y los sentidos del aspirante, que debía permanecer sentado en silencio absoluto en la oscuridad mientras le era lanzado directamente un cuchillo o lanza. El novicio debía oír venir el arma y bloquearla o esquivarla. Luego se le soltaba un tronco inmenso, montado en rodillos que atravesaba disparado la sala y a menos que el candidato pudiera saltar sobre él en la oscuridad, moriría aplastado. Por último estaba el "Salón de la Venganza", allí le esperaban 10 monjes mayores armados.
Al candidato se le proporcionaba una silla o un garrote con el que debía defenderse de los atacantes sin lastimar a ninguno de ellos. Si podía hacer esto se le permitía reposar y meditar antes de la prueba final: pasaba por un corredor prolongado próximo a la entrada del Templo y al Final de éste, después de haberse defendido de 108 muñecos de madera que se movían coordinados a medida que el monje pisaba las losas del piso, debía el monje atravesar una puerta que se abría accionada por una cerradura que estaba debajo de una olla al rojo vivo; de modo que para abrir la puerta había que abrazar la olla y levantarla.
Ocurría que a los lados de la olla había unos altos relieves de un dragón en el lado izquierdo y un tigre al lado derecho, así que cuando el monje levantaba la olla quedaban impresas en sus brazos las figuras que eran, por así decirlo, su diploma. Este diploma variaba de templo en templo, en algunos era un par de dragones, incluso grullas, serpientes o leopardos. Esta dura prueba mostraba ante los otros monjes y al candidato mismo, que se hallaba por encima del dolor y del temor. Los Maestros del Monasterio, al salir de éste se dirigían a distintos lugares, a aldeas remotas y allí establecían su Monasterios. Así se dispersaron por toda la China manteniendo por muchos años la integridad del Imperio; de modo que los Shaolines empezaron a ser utilizados como los Guardianes del Imperio, trabajo que les premiaba con terrenos para continuar su labor y continuar difundiendo el Shaolin.
Por otro lado, algunos monjes no lograban atravesar todas las pruebas para alcanzar la maestría, así que muchos de éstos escapaban del templo y formaban sus propias escuelas para enseñar al pueblo, pero debido a que estos monjes no habían alcanzado el desarrollo esperado, crearon escuelas que no son comparables a lo logrado por el Shaolin.
Estos Maestros y sus escuelas, dieron origen a lo que se conoce como KUNG FU WU-SHU, que significa "artes marciales bien aprendidas" pero las técnicas del Shaolin eran muy distintas a las de las artes marciales realizadas por el pueblo, ya que las del Shaolin son fruto de un trabajo interno y las otras surgen de la lucha por preservar la vida.
Esta gran diferencia se veía en los torneos que se hacían en los pueblos regularmente, en los cuales se le permitía a un monje participar, y dejaba sorprendidos a los demás competidores.
Alrededor de los Monjes Guerreros se tejieron muchos mitos: que podían caminar sobre las aguas, volar por los aires y soportar largo tiempo bajo el agua sin respirar, ya que su disciplina les llevaba a obtener una fuerza increíble, y mediante el dominio del CHI, podían soportar grandes pruebas: como que les golpearan cualquier parte de su cuerpo con una vara de hierro sin salir heridos, o levantar grandes pesos, incluso se cuenta que podían saltar sobre el lomo de un gorrión sin lastimar a la pequeña ave.
Esto va hasta el punto, que en China se pensaba que "nadie sabe ni puede nada, solo Dios y los Monjes del Shaolin".
Uno de estos "mitos" era el de que los, monjes podían VOLAR, esto tal vez se deba a una experiencia extra-corporal, o lo que es lo mismo: la capacidad de realizar VIAJES ASTRALES.
El riguroso entrenamiento Shaolin constaba de horas de estar golpeando con los puños tablas y sacos de arroz. Trepaban postes apretando simplemente sus muñecas y rodillas alrededor de estos y colgaban así durante muchos minutos. Esto les daba tal fuerza que en un bloqueo de "mano de tijera" podían aplastarle al adversario todos los huesos de la mano. Endurecían sus manos metiéndolas en baldes de arena caliente y agudizaban su velocidad golpeando bultos móviles de trapo suelto y crines de caballo
fuente: www temploshaolinenargentina.com
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